// Sesión Dos //

domingo, 14 de diciembre de 2008

-...cuando creo tener la razón soy súper segura al hablar...

Digo ante una mujer delgada, que escribe en un cuadernito mientras me escucha. Cuando oye mi última intervención, deja de tomar notas, me mira y me dice:

- ¡¿Como tu mamá?!

Ella no me conoce lo suficiente y no conoce a mi mamá. Al escuchar sus palabras guardo silencio y confirmo con la cabeza. Ella tenía razón y yo lo sabía. Siempre lo he sabido.

// Felíz! //

- y ¿qué onda con el tololo?

Pregunta un padre preocupado a una hija confundida.

-Ahí. No hemos vuelto, pero estamos super bien.

Responde la hija con una enorme sonrisa. Un gesto que reflejaba realmente lo que sentía, pues a pesar de tener mucha pena por no estar con su tololo, estaba tan, tan, tan, tan impresionantemente felíz, pues él volvió.

- (sonriendo)...que bueno...si tu estás bien, yo estoy bien.

Dice el papá. La hija es ahora más felíz.

// No mentía...really no mentía //

No quiero. Yo dije que no quería, me negué, rechacé el cargo y estuve tranquila, hasta que la embarré por decir que sí. Es la historia de mi vida. No sé decir lo que siento y termino haciéndome cargo de cosas que no deseo.


¿Por qué no me creen?, si nunca les he mentido. ¿Por qué no me creen si son mis amigas?, ¿Por qué no me creen, si ya no hablamos de nada?

Yo no mentía, amigas. De verdad que no mentía.

// Sólo tu y yo... //

No puedo decir nada más, que Te Amo, que te entiendo y te espero. Aunque el mundo se niegue e intente impedirlo, lo que siento carece de control y es tan vertiginoso, que no podrán alcanzarlo, siquiera dimensionarlo. Tranquilo, mi amor. Somos sólo tu y yo.

// YA ESTAMOS GRANDES //

Tranquilos papas. Estamos grandes y un poco más maduros. Ya hemos vivido la experiencia, la cual fue dolorosa y extraña; por lo mismo ahora tenemos anticuerpos que nos harán más fuertes.
Ya han pasado seis meses desde que mamá dejó el hogar y las cosas entre ustedes parecían estar bien, pero no.

Tranquilos papas. Ya estamos grandes, y aunque cueste tendremos que aceptar que la vida no se detiene; que deben continuar y volver a formar lo que se ha ido. No hay problema papás, pueden cuando lo deseen, volver a pololear.

Todo va a estar mejor, mi amor.